Los muebles de jardín de la terraza, bajo el viejo arce, son el lugar ideal para empezar la velada con un aperitivo gourmet que nos permitirá conocernos mejor. Dependiendo del estado de ánimo del día, se le ofrecerá un ponche Du Ti casero, un cóctel “la vie en rose” o una bebida “más clásica” de su elección. Como acompañamiento, unos pequeños aperitivos de “tapas” imaginados por la anfitriona. Todas las comidas se elaboran con productos regionales, verduras y frutas de la huerta (huerto y huerto) con, por supuesto, siempre un toque de exotismo, recuerdos de nuestras diversas estancias "en el extranjero".
La repostería "casera" se prepara con huevos frescos extra del gallinero de la finca. Nuestras gallinas viven felices, en semilibertad y nos lo agradecen. Michel, el anfitrión, le servirá un vino de su bodega, que combinará mejor con el menú diario. ¡Por supuesto, consume con moderación!